¿Es la automatización útil en el sector alimenticio?
Las nuevas investigaciones ofrecen la oportunidad de crear tecnologías para los diferentes sectores del mercado. La industria alimentaria en combinación con la ingeniería tienen la capacidad de producir un impacto positivo en algunas de las organizaciones encargadas de la producción de alimentos. Obtener rentabilidad con esta producción puede ser de gran dificultad si no se orienta hacia el deseo del consumidor, por lo que la innovación debe ser constante.
Hoy, alimentarse ha trascendido la dimensión de consumir alimentos para sobrevivir, sino que requiere llevarlos al terreno de las relaciones sociales, el ocio e incluso al ámbito profesional. Consecuentemente, han surgido nuevos trabajos relacionados con esta industria, desde los nutricionistas, profesionales que orientan según las condiciones personales de cada persona, hasta críticos gastronómicos.
Además, el panorama competitivo también se ha visto afectado, continuamente se crean nuevos negocios destinados a satisfacer las necesidades alimentarias de los consumidores. Este tipo de negocios, dependiendo de su magnitud y relevancia, necesitará una menor o mayor cantidad de recursos para su adecuado funcionamiento, por lo que una producción eficaz será vital. Es aquí donde la automatización entra en juego, al hablar de producción, ofreciendo ventajas como el ahorro de costos, la flexibilidad, una mayor seguridad, un incremento de la calidad o la reducción de ciclos. Ante estas ventajas, algunas empresas se han decantado por introducir nuevas tecnologías como robots en sus negocios.
Estos robots tienen capacidad de movimiento y agarre, de cargar con ciertos niveles de peso o incluso sensores, lo que permite a los empresarios optimizar su cadena de producción y poder minimizar sus costes. Algunas desventajas que pueden surgir con su uso implican el reemplazo de la mano de obra humana, la mala utilización debido a problemas en la programación o la necesidad de impartir nuevas formaciones para asegurar el máximo aprovechamiento de los robots.
Algunas de las empresas que proporcionan este tipo de soluciones son empresas como Vivid Robotics, que han desarrollado un robot llamado Picnics que es capaz de fabricar 300 pizzas por hora de distintos tamaños. Esto permite ciertas ventajas, como la adición de nuevos módulos para añadir más ingredientes a las pizzas o tecnologías como Machine Learning, que permite un constante aprendizaje del robot, mejorando continuamente de las acciones que realiza. A su vez, presenta conectividad a la red, lo que puede ser útil para el usuario. El público objetivo de este robot va desde restaurantes hasta cocinas domésticas, pero debido a su tamaño y capacidad de producción, está más enfocado a restaurantes.
A la par, se han desarrollando nuevas tecnologías como las impresoras 3D capaces de imprimir comida con diversas formas y sabores, con el ejemplo de Dinara kasko, una repostería que se decanta por este modelo de tecnología para la fabricación de sus propios moldes. Con esto, consigue una mayor diferenciación, aventajándose ante la competencia y generando un mayor impacto en el consumidor final.
En conclusión, la tendencia hacia la automatización de las fábricas abarca términos novedosos como Inteligencia Artificial, digitalización o incluso Industria 4.0, todos ellos capaces de garantizar una puesta en servicio eficiente y diferenciado en el mercado.